domingo, 10 de abril de 2016

No aprendemos a leer para resolver tareas, para hacer deberes o para superar pruebas.



  La lectura se aprende para la vida. No aprendemos a leer para resolver tareas, para hacer deberes o para superar pruebas. Desde la escuela debemos formular propuestas creativas, que ayuden a nuestro alumnado a descubrir la lectura como actividad transformadora de sus vidas. Una manera divertida de acercarse a nuevos mundos, conocer lugares jamás visitados o vivir aventuras increíbles.

Una de esas propuestas para mi alumnado de 3º de Primaria está siendo la feria del libro. Es maravilloso contemplar a niñas y niños de 8 años preparar su mesa a modo de stand, fabricar marcapáginas para regalar a sus compañeros, adornar con dibujos, frases, pulseras o cualquier elemento decorativo alusivo a su historia.






El alumnado espera como agua de mayo que llegué el ansiado martes de la Feria del libro, llevamos ya tres ediciones y cada edición supera a la anterior. Han mejorado su expresión oral, poco a poco saben exponer el contenido central de su libro. Invitan de manera divertida a sus compañeros y compañeras a leer su libro, a seleccionarlo e intercambiarlo. En esta última edición mejoraban la entonación dejando preguntas retóricas del estilo."¿Conseguirá Tea Stilton descubrir el misterio? lo podrás averiguar leyendo mi libro hasta el final" Ese protagonismo les permite vivir con máxima expectación el momento estelar de compartir su libro con el resto de la clase.

No dejamos atrás la expresión escrita ya que realizan una pequeña ficha creativa, inventando un nuevo título e incluyendo una sinopsis para que al pasar por los diferentes tenderetes podamos saber sobre qué trata cada libro.

Dejamos aquí algunas imágenes de las distintas ediciones de la Feria del libro. En cada una de ellas elegimos un lema que nos inspire.


































  Leer, ¡qué gran aventura!

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